Día 23 de abril, Día Mundial del Libro, es una fecha señalada para todos los agentes que configuran el sector del libro: lectores, libreros, editores, escritores, coleccionistas y amantes de los libros en general.
La fiesta se remonta a principios de siglo XX, concretamente a 1926, año en el que el rey Alfonso XIII de España firmó el Real Decreto del Día del Libro, que incluía la celebración del Día del Libro, la instauración y ampliación de bibliotecas en toda España y la incitación a la lectura entre toda la población.
En 1930 se eligió el 23 de abril como fecha oficial para celebrar el Día del Libro, coincidiendo con la fecha que conmemoraba la muerte de Cervantes. Mundialmente se celebra desde el año 1995, cuando la Unidad Internacional de Lectores solicitó a la UNESCO que se implementara este día para fomentar la lectura.
Con los años, se han ido sumando a este obituario otros autores no menos importantes como Garcilaso de la Vega, Josep Pla, Edgar Neville o el poeta británico William Wordsworth.
Durante los primeros años de celebración, fue en Barcelona donde la fiesta adquirió un carácter más popular y comercial, haciéndola coincidir con el día de San Jorge, 23 de abril. Instituciones, academias y librerías montaban sus paradas de libros en la calle, esperando a esta fecha para lanzar novedades literarias destacadas. También fue consolidándose a lo largo de los años el regalar una rosa o un libro a amigos y personas queridas durante este día del año.
Desde entonces, durante el mes de abril los editores nos ofrecen gran cantidad de novedades que llegan a las librerías de todo el mundo para festejar este día y ofrecer a los amantes de los libros una gran abanico de posibilidades.
¿Y por qué se regala una rosa?
Hay un sinfín de variaciones, según la zona en la que se relate, pero todas coinciden en que en un reino había un dragón que aterrorizaba a toda su población. Para calmarlo, se sacrificaba a una persona; pero antes de que se hiciera con la hija del Rey, San jorge se enfrentó al dragón y le venció. De la sangre del animal brotó un rosal y San Jorge le regaló la mejor flor a la princesa.