El papel de la mujer en la sociedad siempre ha estado subyugado bajo la figura masculina. A lo largo de toda la historia de la Humanidad, siempre han existido figuras femeninas que se manifestaban como una respuesta a la opresión a la que se veían sometidas. Así en la antigua Grecia, Lisístrata comenzó una guerra sexual contra los hombres para que acabaran la guerra, o la marcha de las primeras sufragistas en plena Revolución Francesa. Pero no es hasta el s. XIX cuando, debido a la industrialización, la lucha por la igualdad de género se hace más patente en la sociedad en general.
Poco a poco, la mujer ha ido luchando para poder conseguir la paridad respecto al género masculino, siendo el s. XX donde esa lucha comienza a ser absolutamente visible y dónde, por fin, se van consiguiendo superar barreras que hoy en día no son concebibles en una sociedad igualitaria.
Dentro de esta lucha, la literatura siempre se ha usado como una herramienta esencial, como una ventana abierta donde poder expresarse y poder presentar su dogma y sus ideales. Y fue en los años 60 del s. XX, con el Movimiento de la Mujer, donde autoras como Simone de Beauvoir y su libro El Segundo Sexo o Betty Friedan y su obra La mística de la feminidad, consiguieron establecer un punto de partida al enfocar esa superación en todos los ámbitos socioeconómicos y culturales como la sexualidad, el trabajo o los derechos de reproducción.
En pleno s. XXI, la lucha por conseguir la igualdad entre géneros, sigue en pie, como una respuesta más radical de aquellas cuestiones planteadas hace 50 años y que no han sido solventadas aún.
De ahí que podamos encontrar títulos que nos acercan a una visión más actual del feminismo o nos hace conocer de manera más gráfica el papel de la Mujer en la actualidad.
Como respuesta a todos estos movimientos, desde 1975, la ONU conmemora el Día Internacional de las Mujeres, celebrándolo a lo largo de todo el mundo, traspasando fronteras y agrupando a todas las etnias y estratos sociopolíticos, económicos y culturales. En España desde primeros de marzo se vienen desarrollando actividades en instituciones y a nivel particular por asociaciones de apoyo a las mujeres. Paros de actividades económicas para recordar la alta tasa de paro femenino, manifestaciones silenciosas en apoyo a las víctimas de la violencia de género o coloquios e iniciativas culturales para los más pequeños, donde dialogar y concienciar del papel de las mujeres en el s. XXI.
Iniciativas privadas que suman un pequeño grano de arena, intentando concienciar de que un mundo sin discriminación por sexo es el único mundo posible.